En el marco del primer ‘ICC Chilean Arbitration Day’, la abogada Elina Mereminskaya abordó el desafío de reducir las posibles distorsiones de la memoria de testigos y la importancia que posee la prueba testimonial a pesar de la inexactitud de la memoria

El martes 8 de noviembre se llevó a cabo la primera versión del ICC Chilean Arbitration Day, organizado por la International Chamber of Commerce (ICC) Chile. Auspiciado por WAGEMANN Abogados & Ingenieros, además de otros actores del ámbito de arbitraje, el evento contó con la participación de la abogada y árbitro internacional Elina Mereminskaya, quien expuso acerca de la exactitud de la memoria de los testigos (The accuracy of fact witness memory) durante el panel «Informes de la Comisión de Arbitraje y ADR de la ICC – Tendencias actuales en el arbitraje comercial internacional», moderado a su vez por María Inés Corrá, presidenta de la Comisión de Arbitraje de ICC Argentina.

Durante la jornada se dieron cita los principales exponentes en materia de arbitraje y mediación de Chile y el mundo, quienes compartieron las tendencias y desafíos resolución de controversias transfronterizas, incluyendo a Claudia Salomon, presidenta de la Corte Internacional de Arbitraje de la ICC y la primera mujer en liderar esta institución en sus 100 años de historia.

Al respecto, Elina Mereminskaya destacó que “la prueba testimonial en el arbitraje internacional reviste de un alto nivel de relevancia, que no existe en el ámbito de arbitraje nacional. El mismo informe de la Task Force (TF) lo corrobora al indicar que una de las funciones principales de la audiencia oral justamente consiste en la presentación de la evidencia testimonial.”

En este sentido, agregó que “el Informe de la Comisión parte de la premisa científica que la memoria humana es imperfecta y la percepción de los eventos es susceptible de alteración posterior: básicamente cualquier información posterior o incluso el hecho de contar la historia son susceptibles de afectar la exactitud del recuerdo”.

“Más aún, los estudios científicos corroboran que ‘los recuerdos no son una huella objetiva e inflexible del pasado, sino un mosaico subjetivo y flexible de experiencias, pensamientos y sueños’. En otras palabras, la memoria es siempre selectiva. El testigo puedo tener un recuerdo claro de los hechos y sin haber sufrido distorsión alguna y, aun así, su recuerdo puede ser extremadamente selectivo, por ejemplo, por su rol en la controversia. Siendo ello así, no basta con sólo preservar la memoria intacta del testigo, sino que evaluar cómo su memoria selectiva aporta a la construcción del pasado. Desde esa perspectiva, volvemos a algo muy fundamental, a saber, en el arbitraje internacional el tribunal arbitral tiene discreción plena al momento de valorar la prueba. Cada memoria del testigo, por exacta o inexacta que fuera, puede ser el grano de arena que incline la balanza. Lo que no se puede permitir es que sea irrelevante”, puntualizó.